Esta es la historia de victorias, anécdotas, y alegrías que ha presenciado César Augusto Leyva Trujillo siendo águila desde hace más de 15 años, donde ha guardado evidencia de cada uno de los partidos donde ha llorado, gritado, sufrido, y celebrado cada uno de los goles.
El primer partido al que asistió fue en 1994, encuentro contra el PSV Eindhoven en el Estadio Azteca. De ahí su padre lo siguió llevando al Estadio, donde poco a poco fue agarrando un amor incondicional a las Águilas del América, hoy el equipo de sus amores. Dado esto, en el 2005 comenzó a darse la tarea de coleccionar boletos de cada uno de los partidos a los que asistiera, para convertirlo en su gran tesoro.
César el día de hoy cuenta con más de 100 boletos. Sin duda en cada uno de ellos se ha llevado cada una de las historias que hemos vivido como apasionados de este equipo. En el 2012 fue cuando decidió unirse a la familia Azulcrema, y aunque hubo un tiempo en el que tuvo que perderse algunos partidos por tener que irse a vivir a otro lugar, nunca se perdió los clásicos, liguillas, y por supuesto finales.
Tiene en mente seguir agrandando boletos a esta enorme colección, y seguir conmemorando grandes momentos que se vivan con el Club América.
¡Gracias por nunca dejar de gritar, y acompañarnos César!