Los milagros son un derecho reservado a los creyentes: relatos del América vs Cruz Azul

Los partidos entre América y Cruz Azul son de los que más satisfacciones y recuerdos nos generan a los Azulcremas en todo el mundo. Son la prueba más notable, en años recientes, de la mística de este glorioso equipo: garra y una capacidad enorme de sobreponerse a las adversidades.

Sin duda, un partido que dio la vuelta al mundo fue el de la final de mayo de 2013, cuando con goles de Aquivaldo Mosquera y Moisés Muñoz empatamos y dimos vuelta a una serie que muchos malquerientes y rivales daban por perdida.

En nuestras gradas, habitan miles de creyentes. Son aficionados, sobre todo los abonados, que asisten de manera religiosa al Estadio Azteca a ver el peregrinar del Club América por cada torneo nacional e internacional.

Son personas que, a pesar de las lluvias, el tráfico, los malos resultados o los pronósticos, están ahí presentes. Es gente que, por encima de la razón, se impone el corazón.

Y es de esas personas, que no abandonan y que siempre están presentes, a las que les corresponde el derecho a vivir los milagros.

Nos cuenta Eduardo Xavier Castellanos que, sin duda, el mejor momento que ha vivido en un Clásico Joven, es el “gol del milagro”, el cual tiene estampado en el alma.

Los creyentes tienen cualidades únicas, y uno de ellas es el poder de la premonición. Eduardo Xavier soñó una noche antes de la final de vuelta con un gol de Layún que hacía al América campeón: “mi hermano me dijo que estaba loco”.

Otra característica de un creyente, es su estoicidad y sacrificio: viajan al templo más importante del americanismo, el Estadio Azteca, de todas partes del mundo para estar en las ceremonias más importantes, sin importar el clima o las dificultades.
 
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Eduardo Xavier comenta que nunca dejó de creer en el equipo, a pesar de irse abajo en el marcador ante Cruz Azul y jugar con un hombre menos. “Jamás dudé que ganaríamos el partido”. Algunos americanistas dejaron sus asientos al minuto 35, recuerda. “Les gritábamos que no se fueran”.

La fe por encima de todo.

Eduardo nos recuerda: al minuto 88, tiro de esquina rematado por Aquivaldo Mosquera: GOL. Y en el tiempo de reposición, una imagen que sigue provocando agonía y éxtasis: el cabezazo de Moisés Muñoz en tiempo de reposición.
  
Daniel Cajas, otro fiel creyente Azulcrema, nos cuenta: fui al baño y al regresar, en cuanto toqué el asiento, cayó el gol del colombiano, el que abrió paso a una de las páginas más gloriosas de las Águilas.

Sí. No es casualidad. Los milagros son un derecho reservado a los creyentes.

Los creyentes son cabaleros. Se llenan de pequeños ritos en los que confían. Daniel Cajas lo sabe perfectamente: “en las finales de mayo 2013 y diciembre 2018 usé la misma playera”. ¿Por qué cambiar algo que ya funcionó?
 
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El fútbol nos regala milagros, hazañas increíbles. Sobre todo, a quienes portamos la camiseta del Club más grande de este continente.

Pobres de los que adoran a santos menores.

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