Este mes de la mujer hemos decidido recoger historias sobre cómo ellas viven la pasión por nuestros colores, y hoy les traemos la de nuestra Abonada Gold Yoselyn Becerril.
El americanismo es un amor que se vive desde distintos ángulos y de muy diferentes formas. Lo que para muchas personas sería inexplicable, para nosotros tiene razones que solo el corazón entiende.
Corría el año de 1984 cuando el papá de Yoselyn la llevó a ver el juego Toluca Vs. América. La intención era clara: hacer de su hija una nueva seguirá escarlata. Pero vaya sorpresa.
A pesar del entorno y a pesar del vínculo familiar, la grandeza se impuso y el Club América ese día sumó un más uno a la afición más grande de todo México: “contrario a lo que él esperaba me decidí por seguir a las Águilas, y desde entonces el Club América es parte de mi vida y de cada cosa que hago”.
El americanismo es cosa seria. No es una afición que se activa en fines de semana. No señor: es una pasión que demanda atención las 24 horas de los 7 días de la semana.
“Mi vida gira en torno al América, es estar al pendiente de lo que pasa en el Club a cada momento, sus partidos, las noticias”.
- ¿Podrías definir el amor azulcrema en una sola palabra?
- INFINITO
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define a la palabra infinito como:
- Que no tiene ni puede tener fin ni término.
- Muy numeroso o enorme.
- ¿Conoces a más mujeres americanistas como tú?
- Sí, Mily, Myle y Martha aman al Club tanto como yo.
¿Cuál es la suma de estos amores infinitos?
Es una pregunta que se queda en el tintero. Mientras tanto, Yoselyn nos comenta que su pasión es seguir al Club incluso en calidad de visitante, y nos comparte “hoy mismo 19 de marzo estaré viajando a Mazatlán a ver al equipo”.
Entre la Ciudad de México y Mazatlán hay una distancia de 1,031 kilómetros. Pero para Yoselyn, las casi 24 horas que requiere el trayecto no significan nada. Porque como lo dijo, hay una sola palabra que guarda todo lo que significa el Club América: el infinito.
#SomosAmérica